La casa fue construida a principios siglo XX por Carlos Lombardi, un italiano que había llegado a Soto. La construyó junto a las vías del Ferroocarril hacia el fondo de la misma para su hermano José. Fue utilizada como depósito maderero y de otros productos. También le agregó una bodega donde fraccionaba las uvas de la zona. La misma tuvo vigencia hasta mediados del S. XX en que un incendio destruyó sus instalaciones.
